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Situación de las mujeres en Reino Unido

*Situación de las mujeres en Reino Unido aparece en el podcast:

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Reino Unido es una de las cunas del feminismo moderno, y fue durante mucho tiempo un país de referencia en la lucha por los derechos de las mujeres. De allí era sin ir más lejos Mary Wollstonecraft, la autora de “Vindicación de los Derechos de la Mujer”, un libro pionero y super importante para el feminismo, escrito nada menos que en 1792. Allí se puso en marcha también, de forma muy temprana, uno de los movimientos sufragistas más conocidos y combativos que ha habido… A la mayoría nos suena, seguro, ese activismo para lograr el derecho al voto, a principios del siglo XX, con líderes como Emmeline Pankhurst, fundadora en 1903 de la “Unión Social y Política de Mujeres”. Que además ha sido objeto recientemente de documentales y pelis como Las sufragistas, que es de hace nada, de 2015.

Pero esa lucha por el voto femenino había empezado mucho antes: en 1866, por ejemplo, hubo una petición formal al parlamento británico, firmada por unas 1.500 mujeres, pidiendo el voto. Lo digo también para que os hagáis una idea de las diferencias con España: aquí para ver algo similar nos tenemos que ir pues a la manifestación feminista organizada por Carmen de Burgos en 1921. Eso sí, luego no hubo tanta diferencia en la concesión de ese voto para las mujeres: las británicas no pudieron votar en condiciones de igualdad con los varones hasta 1928 y aquí eso no lo tuvimos hasta la llegada de la Segunda República, en 1931.

Pero, vaya, Reino Unido históricamente nos ha llevado una ventaja importante en la lucha por la igualdad. Algo que se ve también en ámbitos como el acceso a la educación a todos los niveles. O al mundo profesional. Las mujeres han tenido que ir superando los mismos obstáculos allí que en otros sitios, obviamente, pero se ha avanzado legalmente antes que en otros lugares. En gran parte gracias a las presiones de los movimientos encabezados por mujeres, que han sido siempre muy potentes en las islas británicas.

Y, sin embargo, si nos venimos a la actualidad, el movimiento feminista británico no tiene actualmente la fuerza y la capacidad de movilización que tenemos aquí. Y, por otra parte, si echamos un vistazo a cualquiera de esos rankings y comparativas de la situación de las mujeres en distintos países, observamos que Reino Unido no suele aparecer entre los países más punteros. Dentro de que, lógicamente, es un país democrático, rico, y la igualdad legal existe en la inmensa mayoría de las cuestiones desde hace tiempo, claro. Pero por ejemplo, en el ranking que hace el Foro Económico Mundial sobre Brecha de Género, que lo usamos a veces aquí para comparar, pues Reino Unido aparece en el puesto 22 de los 146 países analizados. Cinco puestos por detrás de España, sin ir más lejos.

Hay ámbitos en los que la desigualdad es flagrante y tiene algunos aspectos que seguro que os van a sorprender. Aunque el Reino Unido ha tenido tres mujeres primeras ministras, ninguna precisamente feminista (Thatcher, Theresa May y, en 2022, Liz Truss, que duró mes y medio como sabéis), arrastra un problema evidente de infrarrepresentación femenina en política. Las mujeres son una cuarta parte dentro del Gobierno británico, y alrededor de un tercio en el Parlamento. Y además, concretamente en la Cámara Alta del Parlamento, la Cámara de los Lores, se mantiene una discriminación que vais a ver. A ver, la Cámara de los Lores históricamente estaba reservada a la nobleza británica, eso se fue cambiando y actualmente de sus 700 y pico miembros, pues hay unos cuantos que se eligen entre representantes eclesiásticos, pero la mayor parte son intelectuales y gente destacada de la sociedad nombrados por el Rey con asesoramiento del Gobierno, y luego aproximadamente una octava parte siguen siendo cargos hereditarios para la nobleza. 

La cosa ya es antidemocrática y rancia de por sí, pero es que además, ojo con esto, en el acceso a esos escaños hereditarios reservados a la nobleza, los varones tienen prioridad absoluta. Los primogénitos varones siguen teniendo preferencia a la hora de heredar esos derechos a ser lores, así que esos escaños pues los ocupan básicamente señores, vaya. Esto parece que lo quieren modificar ahora, pero de momento así sigue. Entre los llamados “lores espirituales”, por cierto, que son obispos de la Iglesia anglicana, sí están entrando mujeres, en cambio. Porque la Iglesia anglicana permite a las mujeres ser ordenadas como sacerdotes, desde los años 90, y desde 2014 también ser obispas. 

Otro ámbito en el que el Reino Unido no suele puntuar bien, junto a este de la representación política, es el que se refiere a la situación de las mujeres a nivel laboral. Más allá de que los hombres participen más en el mercado de trabajo, que es lo habitual en este mundo nuestro, llama la atención por ejemplo que en puestos de responsabilidad, tipo funcionarios de nivel superior, directivos, gerentes y demás, el 65% sean hombres. 

Hay leyes para evitar la brecha salarial, algunas de las cuales han derivado directamente de movilizaciones de mujeres trabajadoras, como la Equal Pay Act de 1970, que se adoptó a raíz de una serie de huelgas de las trabajadoras del textil… Y otras más recientes. Peeero… a pesar de ello, según por ejemplo un estudio del Bank Of America en 2021, en las empresas las mujeres venían cobrando de media en torno al 28% menos que los hombres. Debido sobre todo a que los señores son mayoría en puestos de más nivel, a que hay más mujeres en empleos a tiempo parcial, etcétera. Luego, si buscáis datos sobre esto, encontraréis muchas cifras diferentes, porque según lo que nos quieran vender los que hacen el estudio, pues consideran unas cosas u otras. Hay por ejemplo organismos que dan la diferencia salarial considerando solo a trabajadores a tiempo completo, o teniendo en cuenta solo lo que se cobra por hora de trabajo. Y con esa óptica la brecha salarial baja al 8-9%, por ejemplo. 

En cuanto a las bajas de maternidad y de paternidad, la primera es de unos nueve meses retribuidos, y la de paternidad sólo de dos semanas. Eso, ya sabemos qué significa. El bebé es solo cosa de la madre. Pero nos comentaba también alguna prima que vive allí, que en esos nueve meses retribuidos lo que se cobra no es mucho, y que además luego las madres se encuentran con que por ejemplo las guarderías hasta los tres años son de pago y además carísimas valen más dinero del que realmente ellas están cobrando.

Como siempre, nos encontramos con grupos de mujeres que sufren una situación de especial vulnerabilidad: las inmigrantes, las que tienen discapacidad, las madres solteras… En el Reino Unido hay 1 millón 800 mil familias monoparentales, que tienen a su cargo más de 3 millones de criaturas, más de la quinta parte de las que hay en el país. El 90% de esas familias son realmente monomarentales, y la situación que tienen es muy fastidiada. Un estudio reciente del Instituto de Estudios Fiscales dice que el 49% de estos hogares está en una situación de pobreza relativa, es decir, tiene ingresos que están por debajo del 60% de los ingresos medios en el Reino Unido. El 68% de las madres solteras reconocen haber tenido problemas para comprar comida, y un 20% han tenido que recurrir en alguna ocasión a bancos de alimentos. Por comparar, el porcentaje de familias con criaturas y dos progenitores que están en una situación de pobreza relativa es del 25%.

Durante la última década, desde que volvieron los conservadores al poder en 2010, con David Cameron, se han producido recortes en los servicios sociales que han afectado a estos hogares monomarentales. Y esos recortes presupuestarios también han afectado mucho, por ejemplo, y esto es algo que las feministas británicas llevan tiempo denunciando, a las redes de acogida y apoyo a mujeres víctimas de violencia machista. Se estima que entre un tercio y una cuarta parte de las mujeres que viven en el Reino Unido han sufrido alguna forma de maltrato en el ámbito doméstico a lo largo de sus vidas.

En 2022, por ejemplo, se cifra en 1.7 millones las mujeres víctimas de abusos domésticos sólo en Inglaterra y en Gales -es decir, sin contar Escocia ni Irlanda del norte-. Que por cierto, hace no mucho salió un estudio según el cual los malos tratos se disparaban cuando había fútbol, especialmente cuando jugaba la selección inglesa y perdía, el resultado era que las agresiones se disparaban un 38%. No es el primer país que mide esto y salen estos números de vergüenza.

Cada año viene habiendo además unas 50.000 violaciones en el Reino Unido, y el “Censo de Feminicidios”, que es una iniciativa feminista que canaliza los feminicidios desde 2009, vierte que fueron 110 asesinatos en 2020. Una cifra alta -tened en cuenta que Reino Unido tiene unos 67 millones de habitantes, 20 más que España-, y eso que es el año en el que menos feminicidios ha habido. En 2010, por ejemplo, hubo 168. En ese año 2020, el último del que han sacado datos, el 52% de los asesinos eran parejas o exparejas de la víctima, y el 45% tenían un historial previo de violencia. 

Y volviendo a esa situación de mayor riesgo de las mujeres con discapacidad, que tienen peores datos que la media en todos los ámbitos, es decir: más desempleo, mayor brecha salarial, etcétera… Hay un dato que nos ha llamado mucho la atención leyendo sobre las especiales dificultades que tienen estas mujeres para salir de situaciones de violencia: y es que, según un estudio, solo el 2% de los refugios británicos para mujeres maltratadas eran accesibles para sillas de ruedas.  Es un dato que nos parece muy significativo del olvido y del abandono institucional que sufren estas mujeres. 

Hay que tener en cuenta, por otra parte, que el Reino Unido está formado por cuatro naciones constituyentes: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Entonces, hay aspectos en los que hay diferencias importantes entre unas y otras. Incluso a nivel legal. Por ejemplo, la prostitución es ilegal en Irlanda del Norte desde 2015. Pero en el resto del Reino Unido es perfectamente legal, y aunque el proxenetismo o los burdeles no son legales, se hace la vista gorda. No funcionan burdeles como tal, pero lo hacen bajo la tapadera de “salones de masaje”, o en pisos privados, etc. Se calcula que hay cerca de 100.000 mujeres prostituidas en el Reino Unido. Aunque, dicho sea de paso, hay bastantes menos puteros allí que aquí en España, que somos el cuarto país del mundo en número de puteros y el primero de Europa.

Otro tema en el que ha habido diferencias muy marcadas entre regiones es el del aborto. En Gales, Escocia e Inglaterra, desde 1967 es legal abortar hasta la semana 24 de embarazo, pero no es una ley de aborto libre, ojo, porque solo se puede en determinados supuestos, como el del riesgo para la salud física o mental de la embarazada. Aquí en España teníamos esa ley y el PSOE de Zapatero, con Bibiana Aído a la cabeza, la mejoró con la que es nuestra ley actual. Es cierto que en la práctica, al final bajo el supuesto del riesgo para la salud mental se aborta con relativa libertad, pero la legalidad vigente es la que es. En Irlanda del Norte, por otra parte, hasta 2020, seguían vigentes leyes de 1861 y de 1945 que criminalizaban el aborto salvo riesgo inminente para la salud de la embarazada. En 2020 ya se aprobó una ley también para Irlanda del Norte que permite el aborto libre hasta la semana 12 de embarazo, y hasta la semana 24 en caso de riesgo para la salud física y mental de la embarazada. Hasta entonces, muchas mujeres y niñas norirlandesas tenían que desplazarse cada año a otras zonas del Reino Unido para abortar. Ese tipo de diferencias de Irlanda del Norte están relacionadas como os podéis imaginar, con el peso que tiene allí la religión. Ya sabéis que en Irlanda del Norte hay mucha población católica, y se arrastra además un conflicto muy serio entre católicos y protestantes. 

Sobre la situación de las personas no heterosexuales, en general, legalmente, el Reino Unido está muy avanzado. Hay leyes contra la discriminación, contra los discursos de odio, se garantizan todos los derechos: desde el matrimonio hasta la posibilidad de adoptar, etcétera. Muchas veces, eso sí, las distintas zonas del Reino Unido han ido aprobando estos avances en momentos distintos. Normalmente, Irlanda del Norte, la última, como en otras cuestiones. Los vientres de alquiler están permitidos sólo aquellos casos en los que, supuestamente, la mujer se ofrece de manera altruista, como si la presión de los familiares y entornos te hiciera ser muy libre para decidir, vaya. 

Y en cuanto a la situación legal de las personas trans pues ya sabéis que hay un debate muy encendido también en Reino Unido. Y desde antes que aquí: las feministas inglesas llevan más años peleando en esta distopía. La ley inglesa actual exige un diagnóstico médico de disforia, entre otras cosas, para acceder al cambio legal de género, pero recientemente el parlamento escocés ha aprobado una ley trans que permite la autodeterminación de género, eliminando ese y otros requisitos. Y la cosa está muy de actualidad, porque hace nada, escasas semanas, el gobierno británico ha anunciado que va a vetar esa ley. Será la primera vez en un cuarto de siglo que Londres veta una ley aprobada por el parlamento autónomo escocés.Lo cierto es que todo el debate en torno a las teorías queer, las leyes trans y demás lleva muchos años estando caldeadísimo en Reino Unido. No tenéis más que ver la “cancelación” a JK Rowling, Reina de Inglaterra, por ejemplo. Recientemente ha habido algunos casos muy polémicos, como la condena a finales de 2020 a una clínica del sistema público de salud por incitar a transicionar a dos adolescentes que luego se arrepintieron. Una de esas adolescentes era Keira Bell, que ha detransicionado y ahora hace activismo sobre los peligros de las teorías queer, en tanto que la otra víctima prefirió seguir en el anonimato. 

Hace escasas semanas, levantó también mucha polémica el caso de una mujer trans que, antes de cambiar de género, había violado a dos mujeres, y estaba esperando juicio en una cárcel femenina. En Escocia, precisamente. Gracias a la polémica y al debate social que se generó, al final ha acabado en una cárcel de hombres. Ese debate, junto con la aprobación de la ley trans escocesa, ha hecho también que al final, el pasado 15 de febrero, la primera ministra de Escocia haya anunciado su dimisión. No ha sido por esto solo, ¿eh? También por el fracaso por ejemplo de su proyecto de un referéndum de independencia en Escocia. Pero el tema trans ha influido porque la sociedad escocesa está mayoritariamente contra la nueva ley y la popularidad de la primera ministra se había visto muy tocada. De todas formas, con este caso en concreto llueve sobre mojado, porque ya hubo otro caso hace unos años de una mujer trans condenada por violación, que cumplía condena en una cárcel de mujeres y abusó allí de varias presas.

Ilustraciones > Canina Walls

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