¿QUIÉN ES

BARBIJAPUTA?

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Barbijaputa nació en 2009. Por ese entonces, yo (que tengo algunos años más) trabajaba como auxiliar de vuelo y me destinaron a una ciudad donde no conocía a nadie. Me sentía sola y bien, lejos de mi mundo pero en paz. Sólo echaba en falta expresarme, ser oída y escuchar, pero no conocía a nadie. Así nació este nick y el blog con el que empecé una de las etapas más importantes de mi vida, aunque aún no lo sabía. Aquel blog era mi válvula de escape, un lugar solo mío donde desahogarme, donde contar -sin ser reconocida por mis jefes- todo lo que me indignaba del mundo, incluidas las normas rígidas de imagen en las compañías aéreas en las que había trabajado y trabajaba. Aún no había llegado al feminismo, y pensaba que las cosas que me pasaban, eran personales, cosas mías. Escribía sobre mi vida, pero sin saber poner en contexto todas esas experiencias.

Gracias a tomar conciencia feminista fui pudiendo colocar cada cosa, cada historia, en su lugar: no, no era cosa mía si me cabreaba que mis jefes tuvieran más en cuenta mi maquillaje que mi atención al pasaje . Tampoco era cosa mía enfadarme porque, si engordaba, no existían uniformes de más talla. No era cosa mía violentarme por tener que gritar para hacerme oír en una conversación con hombres. No era cosa mía que mi sentido del humor levantara tantas ampollas entre los lectores masculinos del propio blog. No era cosa mía, porque era cosa de todas.

Gracias a la toma de conciencia feminista, el machismo que antes me pasaba desapercibido fue, poco a poco, tomando color ante mis ojos. Lo veía, sabía reconocerlo, identificarlo como injusto. No sólo para mí, sino para todas. Ya no recaía sobre mí la culpa de no saber encajar los golpes que iba recibiendo, porque no eran “golpes de la vida”, eran golpes por ser mujer. Ver con claridad  y poder analizar mis experiencias, poder separar los golpes por ser mujer de los golpes fortuitos de la vida, y saber cuáles me tocaban por estar viva y cuáles me tocaban por ser mujer, me ayudó a canalizar mejor mi activismo, mi lucha personal y a ser una persona más justa conmigo misma y con las demás.

Entender que existe un sistema con nombre y apellidos, el patriarcado, que nos oprime a nosotras y descubrir a tantas otras mujeres que despertaban conmigo, me hizo sentir más acompañada que nunca. El patriarcado, a día de hoy, está bien definido como el enemigo de cualquier mujer, y somos millones organizándonos contra él y sus impulsores. Merece tanto la pena este despertar feminista… te permite combatir junto a muchas otras: las que han despertado conmigo, las que me ayudaron a despertar, las que tímidamente empiezan a tomar conciencia y se van uniendo a la lucha feminista. Mujeres todas como tú y como yo.

El lema feminista “si tocan a una, nos tocan a todas” resume a la perfección muchas cosas que quizás a simple vista no vemos, y es que si te tocan a ti, me están tocando a mí. Porque te tocan por ser mujer, y yo soy mujer. Si me someten a mí solo por ser mujer, te están sometiendo a ti, porque eres mujer. No somos islas alejadas las unas de las otras, somos un continente entero, bombardeado por el patriarcado. El lema de la segunda ola “Lo personal es político” no significa otra cosa que eso: no soy ajena a lo que el machismo le hace a otras mujeres, aquí o en Camboya. Porque el único denominador común para sufrir cualquier tipo de violencia machista, desde el acoso callejero hasta el feminicidio, es ser mujer. Mujer como tú y como yo.. Nos pasa por ser mujeres, no por ser Barbi o por ser Laura, por ser alta o baja, fea o guapa, lista o torpe. Somos, como escribió Beauvoir, El Segundo Sexo, y eso no obedece a ninguna jerarquía biológica, individual o de autopercepción, sino a nuestro sexo. Nuestro sexo es la base que el patriarcado usa para conformar el género, y el género mata. Los hombres, siguen siendo el primer sexo y nosotras seguimos siendo el segundo en un mundo androcentrista y machista. Vivamos peor o mejor, lo que el patriarcado le hace a una niña en Nigeria, nos afecta. Como escribió Amelia Valcárcel: “la lucha feminista es tan fuerte como el más débil de sus eslabones”. No podremos liberarnos realmente hasta que todas seamos libres.

Y una vez aprendí que como mujer estoy oprimida por mi sexo, entendí que como blanca, disfruto de un privilegio en detrimentos de las personas racializadas. Y así con todos los módulos de opresión o discriminación: orientación sexual, especie, clase social… Saber ver la interseccionalidad de las discriminaciones y opresiones se entiende claramente gracias a la conciencia feminista. El feminismo debe ser siempre interseccional, si no lo es, no es feminismo. Y si no es radical, si no tiene un análisis profundo, si no va a la raíz, si se queda en la superficie, podemos llamarlo como queramos, pero no dejará de ser una amalgama de reclamaciones vacías de contenido y contradicciones de base.

Entender todo esto cambió mi vida y mi forma de enfrentarme al mundo. Asimilarlo me hizo ver con claridad mi objetivo: el sistema patriarcal. Me ayudó a deshacerme de culpas que nunca me correspondieron, también escuchar a mujeres y creerlas, sentirme en sus zapatos, verlas como hermanas y no como rivales. Tomar conciencia feminista me liberó, como a todas nosotras. Y, como sabéis, una vez que te quitas las cadenas, es imposible querer volver a atarse a ellas. Una vez cae la venda, nunca vuelves a ponértela.

Han pasado muchas cosas en estos 11 años. En esta web, intento recoger todo el trabajo feminista que he conseguido ir sacando adelante en este tiempo. Tanto los artículos en los diferentes medios en los que he colaborado como los libros (los que hablan de mí de una u otra forma y los que hablan de todas de forma contundente). También pequeñas biografías de feministas radicales cuyas obras y escritos me ayudaron a poner mi vida en su lugar. Y los podcasts de Radiojaputa. Radiojaputa es el proyecto más libre que he hecho, porque son las propias compañeras de lucha las que lo financian con microdonaciones y lo realizan con sus mensajes, sus reflexiones y sus experiencias.

Hemos conseguido organizarnos para que exista este lugar en internet donde las protagonistas somos nosotras, las mujeres. Y solamente las mujeres. En este lugar, nos sentimos escuchadas, respetadas, unidas, entendidas. Reímos, lloramos, nos indignamos, cantamos, bailamos. Juntas. Porque solo así, organizadas y con conciencia, hacemos daño al patriarcado. Y no tenemos otra meta que un mundo sin sistema patriarcal, sin opresiones de ningún tipo, conseguir un mundo justo y tener una vida que merezca la pena vivir.

Nosotras quizás no veamos todos los frutos de esta lucha, al igual que no lo vieron las feministas radicales que ahora visitamos y leemos, pero estamos poniendo nuestro grano de arena, estamos poniendo el cuerpo y la mente en esta lucha para rehacer el mundo tanto como podamos, para abrir mentes, para eliminar prejuicios, para llamar a las cosas por su nombre, para defendernos a nosotras mismas y a las demás, para ser red de apoyo y hacer caminos que nos lleven unas a otras, para que sepamos huir cuando debamos y pelear cuando toque… y, a largo plazo, todo servirá para dejar el mundo mejor de lo que nosotras y nuestras antecesoras se lo encontraron. Lo hacemos por nosotras, y lo hacemos por las hijas, las nietas, las sobrinas… por todas las niñas que están por venir.

Ilustraciones > Canina Walls

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