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Situación de las mujeres en Ciudad del Vaticano

*Situación de las mujeres en Ciudad del Vaticano aparece en el podcast:

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Habéis votado todas a una para que esta semana hablemos de un país que no es precisamente normal, uno cualquiera del que se pueda hablar en los términos en los que hablamos, vaya. Cientos de votos ahí a tope para que recorramos el Vaticano, ¿qué hacemos nosotras en el Vaticano, primas? Bueno, vamos a hacerlo lo mejor que sepamos.

Durante siglos, los papas gobernaron en lo que se llamaban los Estados Pontificios, pero esos territorios fueron anexionados en 1870 por Italia, acabando así el proceso de unificación de la península itálica en un mismo Estado, la Italia moderna. 

Desde ese momento, y hasta 1929, los papas no fueron soberanos de ningún territorio, estaban bajo soberanía italiana, y enfrentados con Italia porque les habían quitado su Estado, claro. Al final, en 1929, Mussolini cerró esa crisis entre la Iglesia católica y el Estado italiano dándole al Papa un pequeño territorio independiente dentro de la propia Roma, en la colina Vaticana. 

Y ese es el origen de Ciudad del Vaticano, un microestado soberano independiente que pretende ser un símbolo de la independencia de la Iglesia frente a los poderes terrenales. Es minúsculo, tiene una extensión de 49 hectáreas, se llama país pero bien podría llamarse La Finca del Papa. 

Para que os hagáis una idea, es parecido en extensión al parque María Luisa de Sevilla, una tercera parte de lo que ocupa el parque del Retiro en Madrid y diez veces más pequeño que el parque de Montjuïc en Barcelona. Y hasta aquí nuestra comparación del Vaticano con parques españoles…

Bueno. Este microestado en 2019 tenía una población de 825 personas, de las cuales solo la mitad, más o menos, vivían realmente allí de forma permanente, porque se cuentan también como residentes a unos 50 cardenales que en realidad viven en Roma y a los más de 300 diplomáticos que el Vaticano tiene por el mundo. 

También hay alrededor de: 

  • una veintena de cardenales que sí viven en el Vaticano, 
  • unos 100 guardias suizos, que son los encargados de la seguridad, 
  • unos 50 sacerdotes y religiosos, el Papa, claro… 
  • y alrededor de 30 mujeres

Solo 30 de más de 800 habitantes, amigas. Esto ya es ilustrativo. La mayoría son seglares empleadas del Estado, aunque también hay alguna cónyuge de miembros de la guardia suiza y alguna religiosa. 

Es el país con menos proporción de población femenina del mundo, claro, y con una enorme diferencia con cualquier otro. Por otra parte, ni siquiera esas 800 y pico personas reconocidas como residentes tienen la ciudadanía vaticana… son menos de 600 las personas que la tienen. Claro, hablar del papel que tienen las mujeres en ese microcosmos vaticano, aunque tiene alguna cosa interesante, pues realmente tampoco nos da para mucho. Al final, lo verdaderamente importante de Ciudad del Vaticano es que alberga la Santa Sede, el gobierno de la Iglesia Católica

Y ahí ya no hablamos de 800 personas y 30 mujeres, sino de:

  • más de 400.000 sacerdotes, 
  • de 50.000 diáconos permanentes, 
  • de más de 5.000 obispos, 
  • de otros 50.000 religiosos que no son sacerdotes… 
  • Y de más de 600.000 religiosas. 642.000 en 2018, concretamente.

Son el colectivo más numeroso dentro de la Iglesia, aunque están en clara disminución. Nosotras aquí hablaremos en plan genérico de “monjas”, pero también hay otros tipos de religiosas como por ejemplo: 

  • las vírgenes consagradas, ojo al piojo con esto, hablamos de unas 5.000 mujeres en todo el mundo a las que los señoros obispos consagran para vivir vírgenes toda su vida. Qué te parece. 
  • En España, hay más de 200 mujeres que son vírgenes consagradas. Os dejaré un enlace a la web sobre esto porque es tremendo.

Luego, por supuesto, están los 1.300 millones de católicos que hay en el mundo según la Iglesia. 

Una cifra que está claramente inflada, porque esta gente cuenta a muchísimas bautizadas que están hasta escuchando este podcast, como sabéis, y dime tú a mí qué tenéis de católicas, amigas. Pos ese es el nivel de las estadísticas de la Iglesia. 

Es innegable, por otra parte, que la Iglesia tiene un inmenso poder económico y social y una capacidad de influencia política que se extiende por medio mundo. Y que ha servido y sirve en muchos lugares para apuntalar el patriarcado, para bloquear los derechos de las mujeres; como el aborto y los derechos de las lesbianas y los gaysUn país que existe que para joder, básicamente. Incluso invitan a las mujeres a aguantar los malos tratos del marido. Y esta gente habla además para todas las mujeres de todo el mundo, no como el resto de países, que por lo menos lo hace solo para sus ciudadanas.  Nosotras hoy vamos a hablar de la situación de las mujeres en Ciudad del Vaticano, pero también de las mujeres dentro de la estructura de lo que es la Iglesia Católica como institución. 

En el Estado Vaticano, se puede decir que las mujeres han tenido un papel nulo, así directamente, hasta hace muy muy poquito tiempoPor supuesto, es un Estado en el que el aborto está prohibido y en el que está también prohibido el divorcio -en todo el mundo, esta mezcla de prohibiciones solo se da en el Vaticano y en Filipinas-. Lógicamente, en el caso del Vaticano, esto no afecta apenas a nadie dada la población que tiene ese microestado y la composición de esa población. 

Luego hay cosas curiosas, aunque también significativas, como el tema de los códigos de vestimenta de las mujeres para entrar en el Vaticano y no digamos ya para tener una audiencia con el Papa: 

  • Llevar cubiertas las rodillas y los hombros, esas articulaciones demoníacas.
  • Nada de escotes, ellos dicen escotes pronunciados, pero claro, son vaticanos, lo que es pronunciado para ellos pa nosotras a lo mejor es cuello barco, qué te digo, no lo sé, no he ido nunca ni pienso.
  • La espalda, muy importante que ni en verano lleves una prenda que se te vea, hay espaldas muy desvergonzadas.
  • El calzado mejor cuanto más cerrado, dice el protocolo. 

Vamos, que si vas al Vaticano, ya haga 40 grados a la sombra, ve con una batamanta, pero sin capucha, que la cabeza tiene que ir sin nada.También hay código para los hombres, pero mucho más relajadito, como con todo.

Con el papa Ratzinger, Benedicto XVI, y sobre todo ahora con el papa Francisco, se ha intentado dar una pequeña entrada a mujeres en cargos relevantes del VaticanoBenedicto tuvo a una mujer, Ingrid Stampa, entre sus principales colaboradoras. Y Francisco pues ya sí le ha dado un impulso más importante a esta representación femenina en posiciones de poder. La mayoría de la curia romana es contraria a estas políticas del Papa, claro. Hacia febrero de este año conocimos por ejemplo que nombró a una religiosa francesa como subsecretaria para el Sínodo de los Obispos, lo que implicaba que por primera vez una mujer tendría voto en un órgano de poder eclesiástico. Porque no solo en el Estado Vaticano, sino en la Iglesia en general como institución, las mujeres no han tenido jamás ni voz ni voto. Hace solo unas semanas saltó una noticia sorprendente, y es que el Papa ha nombrado a una mujer, -una monja franciscana llamada Raffaella Petrini-, como secretaria general de la Gobernación de Ciudad del Vaticano. 

Qué moderno todo, una mujer en 100 años, niñas. Es que, claro, cualquiera se fía de una religiosa que consagra su vida y hasta su sexualidad a Dios, mucho mejor dejar toda la responsabilidad en hombres, hasta ahora les ha salido estupendamente esto para evitar escándalos en la Iglesia, eh.

El caso es que se trata de un puesto bastante importante dentro de la estructura estatal del Vaticano, y que siempre ha estado ocupado por señoros. Este mismo Papa, para el Consejo de Economía, que tiene 15 miembros, nombró a 6 mujeres para equilibrar la presencia de cardenales y obispos y tratar de limpiar un poco el tema de las finanzas vaticanas, que ya sabéis que arrastra escándalos y cosas turbias pero por un tubo. Listas cremallera en el Vaticano para que no habléis de lo turbios que somos en todo y el asco que damos. De todas formas, todo esto ha tenido muchas resistencias, claro, porque hablamos de 6 ó 7 mujeres con poder, pero es que tienen vagina, NO SE PUEDE CONSENTIR ESTO. No hay más que ver los problemas que hubo simplemente para que el Vaticano autorizase por fin oficialmente, hace cinco años, una asociación de mujeres en el Vaticano, llamada “Donne in Vaticano”, que no es más que una especie de red de solidaridad entre las mujeres que trabajan allí: periodistas, economistas, limpiadoras… que es que hay cerca de un millar de mujeres trabajando en el Vaticano, sabes, no? 

Fijaos en que esto siempre es “el Papa nombra”, claro. La Iglesia es una institución extremadamente jerárquica, y el Estado Vaticano se puede decir que es una monarquía autoritaria. Una teocracia, además. Algo que suena muy antiguo y desfasado pues porque… es que es muy antiguo y desfasado. Como el propio Vaticano, vaya. Y cuando se vota, por ejemplo en ese cónclave en el que se eligen a los nuevos papas, pues votan los cardenales a un cardenal. Presencia femenina cero patatero.Hablamos de una institución, como veréis, tremendamente patriarcal, que se originó en una época tremendamente patriarcal y que sigue fundamentándolo todo en la Biblia, tan patriarcal como el contexto en el que se escribió. Una institución que ha permanecido así, prácticamente impermeable a los cambios y a los movimientos en pro de la igualdad que sí han ido conquistando espacios en muchos países y en muchas otras instituciones.  

De todas formas, existe, en la religión católica, una Teología Feminista, o un Feminismo Cristiano, como movimiento, aunque muy heterogéneo y diverso. Y en ese marco, además de cuestiones más estrictamente teológicas que se nos escapan bastante, se vienen reivindicando temas digamos “internos” sobre la posición de las mujeres la Iglesia, como la ordenación de las mujeres como sacerdotisas. Y también cuestiones más generales, como que la Iglesia  reconozca los derechos reproductivos de las mujeres. En definitiva, en ese ámbito se viene discutiendo sobre la dominación masculina tanto dentro de la estructura institucional de la Iglesia como en las sociedades católicas en general. 

Y en los últimos años se está viendo bastante movimiento en este sentido en varios países, incluido EspañaA nivel global hay una organización, que se llama “Voices of Faith”. En Alemania hay otra muy famosa, que se llama “María 2.0”.  Y aquí en España está la llamada “Revuelta de Mujeres en la Iglesia”, que se reúnen en torno al 8M, y frente a la Almudena enseñan sus propias pancartas y entonan cánticos tipo «Con voto, con voz, así nos quiere Dios» o «Limpiar y poner flores que lo hagan los señores». 

A mí todo esto me produce mucho sentimiento porque están dándose contra un muro, es decir, es como querer que el capitalismo sea feminista, no, es que no puede ser esto, es que es una cantidad de energías gastada para nada, que mira.. bueno… sigo.

Un hito que impulsó bastante estos movimientos fue, por ejemplo, la publicación en 2018, en el suplemento femenino del periódico del Vaticano, L´Observatore Romano, que se llama “Mujeres, Iglesia, Mundo”, de un reportaje en el que se denunciaba la situación de semiesclavitud de muchas religiosas, que vivían para servir a los sacerdotes. Para zurcirles las casullas, limpiar las iglesias, en fin… Se exponían casos de doctoras en Teología dedicadas al servicio personal doméstico de obispos y de cardenales. 

Al calor de esto también se han multiplicado las reivindicaciones de religiosas, de monjas, reclamando cuestiones tan basiquísimas como disponer de: un horario de trabajo, una paga, una vivienda digna o un pequeño periodo de vacaciones, por ejemplo. Está también el caso de las monjas de clausura, que están prácticamente en una situación de tutela absoluta por parte de los obispos, que es algo que ha denunciado alguna vez en público esta monja argentina tan mediática, sor Lucía Caram. También está muy viva esa reclamación que os comentaba de que las mujeres puedan ser ordenadas diáconas y sacerdotisas. 

O de que puedan votar en los sínodos, donde se toman decisiones que afectan a las monjas, que encima son el colectivo más amplio en la Iglesia, como os decía, y no hay ninguna monja que las represente en esas votaciones. Aquí en España se reclama poder participar en la Conferencia Episcopal también, por ejemplo.

El tema de la ordenación de las mujeres es muy significativo y da también cuenta de la misoginia de la Iglesia. Porque es que en la práctica, en muchas comunidades rurales de España, están dando misa monjas porque no hay curasQue no son estrictamente misas, lo llaman “celebraciones de la palabra”, porque las monjas no pueden dar misa como tal, pero vamos, que son misas. Luego dan la eucaristía y todo, con hostias consagradas, consagradas previamente por sacerdotes, claro. Es que vaya teatro.

Claro, lo que pasa es que evidentemente para las que no creemos en todo este absurdo nos cuesta entender por qué las mujeres siguen en una institución que las desprecia de la manera en que lo hace, -a pesar de que son el pilar fundamental de esa Iglesia, ojo-,… porque las mujeres son la mayoría de la Iglesia en todas partes menos donde se toman las decisiones. Una institución que les hace cargar con los cuidados y las margina sistemáticamente. 

Y otro tema que también ha sido central en este aumento de los movimientos reivindicativos de mujeres en el seno de la Iglesia católica ha sido el de los abusos sexuales… Lo que se ha llamado en alguna ocasión el #MeToo de las monjas, por parte de los medios. Y que sí forma parte realmente un poco de todo este contexto más general de sacar a la luz abusos que las mujeres nos hemos callado durante mucho tiempo. En 2019, también en esa revista de “Mujeres, Iglesia, Mundo”, la historiadora y periodista Lucetta Scaraffia publicó un reportaje sobre los abusos sexuales en la Iglesia que cayó como una bomba en el Vaticano. 

Antes ya habían salido cosas a la luz, había habido denuncias en Chile, en Italia, en la India, en Ucrania … Y la Iglesia internamente manejaba informes sobre estos temas desde hacía décadas y los había tapado, claro. Hablamos de violaciones y abusos sexuales a religiosas y a seglares, generalmente por parte de sacerdotes, de superiores jerárquicos. Abusos que, además, como ha contado alguna afectada, son durísimos porque se añade el hecho de que los comete gente que las agredidas consideran no solo de confianza, sino “hombres de Dios” y demás. Y como os digo, han sido sistemáticamente tapados por la Iglesia. 

Prácticamente un mes después de sacar esto a la luz, Scaraffia y las mujeres de la redacción de ese suplemento dimitieron, teóricamente, por no contar con la confianza de la nueva dirección. El Papa Francisco, frente a estas denuncias, creó una comisión para estudiar los casos que ha creado una residencia de acogida en el Vaticano para religiosas expulsadas de sus conventos precisamente por denunciar abusos o malos tratosPero la impresión general, más allá de que el Papa esté haciendo cosas, y tenga buenas palabras y demás, es que se va tremendamente lento con todo esto. Y para muchos temas se crean comisiones donde los temas se eternizan sin que se adopte al final ninguna solución contundente… No interesa. Es que te pones a tomar decisiones que de verdad solucionan el problema y adiós a la Iglesia, claro.

Un poco en la línea de lo que hemos visto también con el tema tremendísimo de la pederastia en la IglesiaQue ya sabéis que el último bombazo terrible que hemos conocido en este tema, hace unas cuantas semanas, es que en Francia una comisión independiente ha publicado una investigación, un informe de 2.500 páginas, donde se asegura que desde 1950 en la Iglesia francesa se ha abusado sexualmente de, atención, unos 330.000 menores. De los cuales un 80% son niños y un 20%, niñas.

Como reflexión final, lo que cabe preguntarse es por qué a día de hoy las sociedades que se dicen democráticas, como la nuestra, financiamos con dinero público, con el dinero de mucho sudor y mucho esfuerzo, instituciones tan lujosas como misóginas, que funcionan de una forma tan abiertamente discriminatoria y violenta. 

Cabe preguntárselo pero de forma retórica, claro. Todas sabemos la respuesta.

 

REFERENCIAS

Ilustraciones > Canina Walls

un podcast de