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Stealthing

El stealthing es la práctica en la que un hombre se quita el condón secretamente durante una relación sexual (o lo daña intencionalmente antes o durante esta), siendo consciente de que su pareja sexual solo ha dado su consentimiento para tener relaciones sexuales si usaban condón.

Lo acuñó la abogada estadounidense Alexandra Brodsky en un artículo publicado en el Columbia Journal of Gender and Law, de la Universidad de Columbia, Nueva York, Estados Unidos, y definió como «retiro de preservativo no consensuado durante la relación sexual».

Es un ataque a la libertad sexual de la víctima en todo o en parte del acto sexual, al quedar sin validez el consentimiento previo de la misma. Al ser una condición previamente acordada para mantener relaciones sexuales, si se incumple lo acordado, el hombre estaría cometiendo una agresión sexual, un acto que atenta contra la libertad sexual que merece sanción penal.

Algunos países como Alemania y Reino Unido, o el estado de California en EE UU ya lo contemplan como un delito específico contra la libertad sexual.

El «stealthing» se trata de un ataque a la integridad sexual consistente en una sobrevenida modificación unilateral y clandestina, no consentida, de las condiciones en que se había prestado el consentimiento primigenio y constituye un ilícito penal subsumible en el delito de abuso sexual del artículo 181.1 del Código Penal.

Práctica sin duda de doble riesgo, en cuanto a que puede ocasionar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, en cuyo caso concurrirá también un delito de lesiones del artículo 147 del Código Penal.

Sentencias en España:

  • Juzgado de instrucción de Salamanca, en abril de 2019, condena a un hombre como responsable de un delito de abuso sexual, sin concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de 12 meses de multa a razón de 6 euros de cuota diaria, es decir, 2.160 euros.
  • La sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona, de octubre de 2020, absolvió al hombre acusado de un delito de abuso sexual. Además, según la Audiencia Provincial, no se puede concluir que “él se quitara de forma intencionada el preservativo”.
  • El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía el 1 de julio de 2021, el. El acusado fue condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual y otros seis meses por un delito de lesiones, al haber contagiado  a su pareja una enfermedad de transmisión sexual por chlamydia trachomatis de la que necesitó tratamiento médico. 

Un estudio sobre la prevalencia del stealthing, realizado por la Universidad de Monash (Melbourne, Australia) concluye que un 32% de las mujeres encuestadas y un 19% de los hombres encuestados (hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres) habían sido víctimas de esta práctica, siendo las mujeres prostituidas quienes tienen más riesgo de sufrirlo. Una práctica que, además, se relaciona con mayor probabilidad de sufrir ansiedad y depresión.

Alexandra Brodsky describió la experiencias de algunas víctimas, las implicaciones legales, y formas legales para abordar el stealthing. Describió cómo la práctica del stealthing es relatada y defendida en varios sitios web y foros. Éstos son a veces utilizados para presumir de haber realizado el stealthing y para compartir consejos sobre cómo hacerlo.

En 2017 los medios de comunicación difundieron el stealthing como una nueva «tendencia sexual» cuando se trata en realidad de una forma de abuso sexual machista.

La verdadera forma de garantizar la sexualidad de una mujer implica que la practique en la más absoluta libertad en el ámbito de su plena autodeterminación.

Es vital garantizar que los estándares de consentimiento protejan a todas las personas involucradas en una relación sexual, especialmente a las mujeres, sin perder de vista su dimensión del goce y del deseo. La sexualidad de las mujeres ha de ser vista como un acto deseado y no meramente “consentido”.

Podcast sobre el stealthing.

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Ilustraciones > Canina Walls

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