Homoafectividad

En un sistema patriarcal, los hombres heterosexuales crean vínculos de amor, respeto y admiración únicamente con otros hombres hetero, relegando a las mujeres a un segundo plano emocional, esperando de ellas devoción, sumisión y sexo.

Marilyn Frye, en ‘The Politics of Reality: essays in feminist theory” (1983: 134), explica cómo la heterosexualidad de los hombres implica tener relaciones sexuales con mujeres pero reservar lo que es propio del amor para otros hombres.

Esto es perfectamente coherente con su heterosexualidad ya que, en este esquema, el sexo y el amor no tienen nada de esencial y muy poco – es decir, accidental- que ver entre sí.

La homoafectividad implica que en sus relaciones con mujeres, lo que es visto como respeto es cortesía, generosidad o paternalismo; lo que es visto como honra es colocar a la mujer en una campana de cristal.

A quienes ellos admiran, respetan, imitan, idolatran y cultivan vínculos más profundos; con quienes aprenden y están dispuestos a enseñar, son otros hombres.

«La cultura heterosexual masculina es homoafectiva; cultiva el amor por los hombres».

Marilyn Frye.