bola_cristal_72ppp-min.png

Mujeres africanas contra el colonialismo

*Mujeres africanas contra el colonialismo aparece en el podcast:

¡Comparte!

A finales de 2022 se estrenó una peli histórica titulada “La Mujer Rey”, con Viola Davis como protagonista. Está ambientada en la década de 1820, en el Reino de Dahomey, que actualmente es más o menos Benín, un país pequeñito situado en la costa oeste de África. Ese Reino fue famoso por tener una unidad militar enteramente femenina, y justo de eso va la peli. 

Las unidades militares femeninas de este Reino de Dahomey han pasado a la historia a través de la mirada de los viajeros, las cronistas y periodistas occidentales que les dieron la denominación popular de “Amazonas de Dahomey”. Lo primero que debemos decir, es que no se sabe con seguridad ni el porqué ni el cuándo apareció este ejército de mujeres. Las teorías más aceptadas sugieren que pudo crearse a principios del siglo XVIII, después de que varias guerras con los pueblos vecinos mermaran considerablemente el número de varones del reino.

De lo que no hay ninguna duda es de que ese cuerpo militar femenino ya operaba a principios del siglo XIX, y tenía bastante poder e influencia social y política. Lo integraban tanto mujeres del propio Reino de Dahomey como de pueblos vecinos que habían sido capturadas u obtenidas como tributo. Muchas habían sido reclutadas y entrenadas desde niñas, aunque también las había que entraban de más mayores, por varios procedimientos. Parece que unirse a este Ejército era una salida para algunas mujeres acusadas de delitos, o repudiadas por sus maridos. Y también las había que simplemente se unían de manera voluntaria.

Estas mujeres recibían un duro entrenamiento militar y no podían casarse ni tener descendencia. Simbólicamente se las consideraba “esposas del Rey”. De hecho, en su idioma, la lengua fon, tenían dos nombres: “Mino”, que se traduce como “nuestras madres”, y “ahosi”, que significa “esposas del Rey”. Como os decía, tenían bastante poder e influencia, y a veces rivalizaban con las unidades militares masculinas y sus líderes. Parece que hubo dos grandes temas de conflicto entre los militares hombres y las amazonas. Para empezar, ellas eran más proclives a mantener relaciones pacíficas con los reinos vecinos. Cuando había que ir a la guerra, allí estaban, de hecho, eran guerreras temibles, pero en general fueron más pacifistas que los varones. El segundo tema de discrepancia era económico. El Reino de Dahomey basó su economía durante mucho tiempo en la venta de esclavos, pero en el siglo XIX empezó a surgir también con fuerza el negocio de la exportación de aceite de palma. Las amazonas de Dahomey fueron más proclives a apostar por el aceite y los hombres se decantaron por continuar con el esclavismo

A mediados del siglo XIX se calcula que había entre 1.000 y 6.000 guerreras en Dahomey. Por entonces, a sus armas tradicionales -cuchillos, lanzas y garrotes- se habían añadido también rifles comprados a países occidentales. A finales del siglo XIX, la colonización europea del continente africano alcanzó su momento álgido, y el Reino de Dahomey tuvo que enfrentarse de manera definitiva a los colonizadores franceses, que ganaron dos guerras sucesivas a principios de la década de 1890. En 1894, esta zona era ya un protectorado francés. Las amazonas combatieron en esas guerras y, al igual que los sectores masculinos del Ejército, fueron masacradas. Diferentes crónicas y testimonios franceses dan cuenta de su valentía y de su habilidad para el combate cuerpo a cuerpo, y sabemos que en varias batallas funcionaron como las unidades de élite del Ejército de Dahomey. Pero nada tuvieron que hacer contra el armamento occidental, claro: en las dos guerras murieron unos 100 soldados franceses y al menos ¡30! veces más de dahomeyanas. 

La mayor parte de las amazonas perdieron la vida en esas guerras, pero unas cuantas sobrevivieron. Se dice que algunas formaron grupos terroristas para atentar contra los colonizadores franceses, pero no hay pruebas de ello. Lo más frecuente fue que intentaran reintegrarse a la vida civil. Sí sabemos con certeza que siguieron involucradas en el entrenamiento militar de otras niñas y mujeres, pero ya era sólo para mantener la tradición, ninguna de aquellas mujeres entró en combate. Algunos viajeros occidentales se entrevistaron con antiguas amazonas en las décadas de 1930 y 1940. La última de ella, llamada Nawi, falleció en 1979, a los 100 años. Como curiosidad, os diré que las guerreras de Wakanda, de los cómics y pelis de Black Panther, están inspiradas en parte en estas amazonas de Dahomey.

Por supuesto, las amazonas no fueron las únicas mujeres africanas con un gran protagonismo en la lucha contra la agresión colonial. Hay más historias muy interesantes, como la de YAA ASANTEWAA, que era hermana del gobernador de una región del Imperio Asante, en lo que hoy es Ghana. A finales del siglo XIX, los británicos deportaron a las islas Seychelles a los principales dirigentes de ese Imperio, que eran varones, y el gobernador inglés de la zona reclamó el llamado “Taburete de Oro”, que era el símbolo del poder del Imperio Asante. Los nobles asantes que quedaban tenían dos opciones: o bien asumían el poder británico de forma definitiva o iban a la guerra para reclamar su independencia. Celebraron una reunión para decidirlo pero no conseguían ponerse de acuerdo: al parecer había bastantes líderes que tenían mucho miedo de enfrentarse al imperio Británico. Y con razón, la verdad. A esa reunión fueron algunas mujeres de alto estatus, pero se mantuvieron en segundo plano hasta que, cansadas de la indecisión de los hombres, Yaa Asantewaa dio un paso al frente y pronunció un discurso en el que dijo, entre otras cosas, lo siguiente: 

Si los hombres de Asante no hacen frente, lo haremos nosotras, las mujeres. Llamaré a mis compañeras mujeres y lucharemos. Lucharemos hasta que la última de nosotras caiga en la batalla”.

De esta forma, Yaa Asantewaa, que debía rondar entonces los 60 años, se puso al frente de una rebelión armada contra el Imperio Británico. En el año 1900, con contingentes integrados tanto por hombres como por mujeres, los asante atacaron a las tropas que los británicos habían mandado para robar ese famoso Taburete de Oro y consiguieron hacerlas huir. Claro que los británicos no lo dejaron estar, mandaron a más militares y al final, tras varios meses de guerra, derrotaron a los asante. Yaa Asantewa no solo fue la instigadora de aquella rebelión, también fue su principal líder y la que más aguantó luchando. Otros jefes locales se fueron rindiendo cuando vieron que estaban perdidos, pero esta mujer solo se entregó al final y para salvar la vida de una de sus hijas y de varios de sus nietos a los que los británicos habían hecho prisioneros. Fue desterrada también a las Seychelles, donde murió en 1921. Para regocijo de Asantewa, los británicos nunca pudieron hacerse con el famoso Taburete de Oro porque los asante lo enterraron. Acabó apareciendo en la década de 1920, en el transcurso de las obras de construcción de una carretera. En 1957, Ghana se convirtió en el primer país del África subsahariana en independizarse totalmente de los británicos.

Hay que decir que en el Imperio Asante, que desapareció formalmente en 1902, las mujeres tenían un rol social y político importante e intervenían en la toma de decisiones. Y, curiosamente, conocemos otro caso precioso de una mujer asante que se convirtió en un mito de la lucha anticolonial, aunque en este caso en América: la REINA NANNY. Esta mujer había nacido en el Imperio Asante, seguramente en una familia noble, pero ya de adulta, a principios del siglo XVIII, llegó en barco a Jamaica, que era una colonia británica. No se sabe exactamente si llegó después de ser vendida como esclava o si llegó libremente. Lo que sí sabemos es que, bajo su liderazgo, los cimarrones jamaicanos, que en su mayoría eran antiguos esclavos y esclavas que habían huido a las montañas para vivir como personas libres, se rebelaron militarmente contra los británicos. Y al final, en 1740, consiguieron torcerle el brazo al Imperio Británico, que tuvo que firmar un tratado de paz donde las reconocían como personas libres. A día de hoy, Nanny tiene el estatus de heroína nacional en Jamaica.

Retrocedemos hasta la década de 1620 y nos vamos hasta Ndongo, la actual Angola, para encontrarnos con NZINGA MBANDE, una mujer de la realeza del país africano. Como hermana del Rey, Nzinga se distinguió por saber negociar tratados de paz con los portugueses, que estaban colonizando aquella zona y explotándola para obtener esclavas y esclavos. Nzinga llegó incluso a convertirse al cristianismo y a adoptar un nombre portugués: Ana de Sousa. Pero se ve que los portugueses empezaron a incumplir los tratados más pronto que tarde y a acosar al Reino de Ndongo, hasta el punto de que el Rey se suicidó, parece que superado por la situación. Le sucedió entonces su hermana Nzinga, que se convirtió por lo tanto en reina, aunque obligaba a sus soldados a referirse a ella como Rey, en masculino. Y el caso es que ella sí tuvo éxito manteniendo a raya a los portugueses: lideró personalmente a su ejército, pactó con otros poderes coloniales, como los holandeses, y se alió con pueblos vecinos. De hecho, acabó siendo reina también de Matamba, otro territorio que estaba más al interior de la actual Angola. Portugal intentó capturarla muchas veces, pero murió a los 80 años, libre y siendo reina. Los portugueses le fueron ganando terreno poco a poco a los nativos, eso sí, pero el Reino de Matamba mantuvo su independencia hasta el siglo XIX y, además, después de Nzinga tuvo muchas más reinas, más que reyes, de hecho. Nzinga fue luego un símbolo de la lucha independentista en Angola.

Otro ejemplo, muy particular y curioso, es el de NEHANDA CHARWE NYAKASIKANA, que era una líder religiosa del pueblo Shona, en el actual Zimbabue. En concreto, era algo así como la médium de uno de los tres espíritus principales de este pueblo y, como tal, hacía oráculos y tenía un importantísimo estatus social. Cuando los colonizadores británicos aumentaron la presión sobre las personas nativas, exigiéndoles tributos y explotándolas laboralmente, Nehanda, junto con dos líderes que personificaban a los otros espíritus principales de los Shona, instigó una rebelión armada que duró año y medio, entre 1896 y 1897.  Al final no consiguieron ganar, y a Nehanda la apresaron y la ahorcaron. Como pasó con Nzinga en Angola, Nehanda fue también un símbolo para los independentistas de Zimbabue desde mediados del siglo XX.

Y para terminar, os hablaré de dos casos más recientes. El primero es el de FUNMILAYO RANSOME-KUTI, una de las pioneras del feminismo africano. Educadora y activista, dio clases de alfabetización a mujeres pobres, puso en marcha asociaciones y sindicatos de mujeres, luchó por el sufragio femenino y peleó por la independencia de Nigeria. Estuvo detrás por ejemplo de la llamada “Revuelta de Mujeres de Abeokuta” en la década de 1940. Abeokuta era la ciudad natal de Funmilayo, una ciudad importante de Nigeria que tenía entonces algo menos de 100.000 habitantes. Allí, consiguió movilizar hasta 10.000 mujeres para pedir que hubiera representación femenina en los órganos de decisión y que se acabara con un impuesto que gravaba sólo a las mujeres. Al final lo lograron, aunque cuando la revuelta se calmó, las autoridades aprovecharon para restablecer este impuesto. Ya conseguida la independencia, Funmilayo destacó como opositora de la dictadura nigeriana, y eso hizo que fuera asesinada por unos militares en 1978. Funmilayo es la madre del famoso músico Fela Kuti, por cierto.

Y la última historia que os contamos es la de GISÈLE RABESHALA, que falleció en 2011. Gisèle fue una figura clave del movimiento independentista de Madagascar. Tiene un larguísimo historial como líder independentista y marxista: ayudó a los presos políticos durante la época colonial francesa y, ya lograda la independencia, fue Ministra de Cultura durante la etapa comunista de Madagascar, concretamente entre 1977 y 1991. Fue la primera mujer en ocupar un Ministerio en la historia del país.

UNA PELI: LA MUJER REY (2022)

OTRA PELI: NJINGA, RAINHA DE ANGOLA (2013).

UN CÓMIC SOBRE LAS GUERRERAS DE DAHOMEY, CREADO POR LA UNESCO (en francés y en inglés): The women soldiers of Dahomey comic strip

UN ARTÍCULO: Las Amazonas de Dahomey, fieras y temibles guerreras 

UN LIBRO: “FUNMILAYO RANSOME-KUTI Y LA UNIÓN DE MUJERES DE ABEOKUTA”, de Ofoego Obioma. 

UNA ÓPERA: “NEHANDA”, de Nora Chipaumire (se ha representado hace poco en España, por ejemplo en La Casa Encendida). También hay peli sobre Nehanda: “The Story Of Nehanda” (2021). Es difícil de encontrar, pero se pueden ver fragmentos en Youtube.